sábado, septiembre 24, 2005

Elecciones alemanas: mala noticia para Europa

No hubo ganador en las elecciones alemanas. Todos los partidos, to- das las corrientes ideológicas salen debilitadas den- tro de la Repúbli- ca federal.
Además el resultado incierto de las elecciones en Alemania hunde a toda Europa en la incertidumbre. En el mejor de los casos, habrá varias semanas de negociaciones partidistas y ninguno de los dos aspirantes, el canciller actual Gerhard Schroeder o su contrincante Angela Merkel dispondrá de una mayoría clara para gobernar. En el peor caso, tendrán lugar nuevas elecciones en 2006. Esto significa que Alemania, en un periodo de transición, no podrá asumir sus responsabilidades continentales por varios meses.
Esto es grave en una Europa agraviada por una doble crisis económica y política. Ahora bien, Alemania solía ser el motor del viejo continente tanto económica como políticamente. Pero habrá que esperar a mayo de 2007. Sólo un gobierno alemán fuerte hubiera podido guiar a Europa fuera de las aguas turbulentas de los últimos meses.
Nadie más puede asumir este papel. Francia, su socio en la empresa de construcción europea desde su inicio en los años 50, está también fuera del juego después de su "no" a la Constitución en mayo pasado. Con un presidente que pierde todas sus apuestas electorales y quien además acusa el peso de los años, el país galo ya está en campaña presidencial hasta mayo de 2007. Alemania no se puede apoyar sobre la Italia voluble y débil económicamente de Berlusconi. Todos los otros países son demasiados pequeños para ser aliados de peso.
En estas circunstancias el Reino Unido, que asume la presidencia de turno de la Unión Europea, es el único motor posible para Europa. Las ideas de Tony Blair para revitalizar la Unión tienen el mérito de la claridad.
Del punto de vista económico se traducen por un desmantelamiento de las protecciones exteriores y de las políticas comunes europeas, en particular la política agrícola y la política social. Políticamente, el Reino Unido desea menos integración continental y un mayor acercamiento a Estados Unidos en todos los ámbitos. Su argumento más fuerte es la buena salud económica en su país en los últimos años.
Sin embargo, elección tras elección, los otros europeos, en el Oeste (España, Francia, los Países Bajos, Portugal) o en el Este (Bulgaria, República Checa) demuestran que le tiene apego a su modelo social y que rechazan el modelo anglosajón de economía liberal y retiro del Estado. Es precisamente este apego que acaban de arrojar los resultados alemanes. Decididamente habrá que esperar a 2007 para que Europa se siga moviendo.

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